EL TUNEL DE ORO

EL TUNEL DE ORO

Tras la profanación de una tumba precolombina, un arqueólogo habría hecho un descubrimiento increíble; pero este no viviría para contarlo.


EL TUNEL DE ORO

La Paz – Bolivia

Tiwanaku es un lugar para muchos sagrado (lo trataremos en otra nota) y en el surgió una de las culturas precolombinas mas poderosas de Sudamérica. Como siempre, estos pueblos narraban historias acerca de tesoros, caminos y ciudades que habrían sido escondidas a la llegada de los españoles ya que estos tesoros serian muy sagrados o muy malditos como para que el “hombre blanco” pudiera entender su significado.

LAS SEÑALES

Se dice que en las ruinas de Tiwanaku, se encuentran vestigios que señalan a la existencia de lo que habría sido un camino o túnel de mas de 70 Km. que uniría a La Paz con Tiwanaku, este habría sido diseñado para transportar los tesoros de la realiza andina de un lugar a otro; Casi todas las edificaciones, monolitos y construcciones tiwanacotas, se encuentran mirando al este, hacia el sol naciente o a lo que ellos consideraban el bien o el sendero de los dioses.
Pero hubo alguien que encontró algo que señalaba al oeste, a lo oscuro, al mal
y quizá a descubrir el famoso túnel.

LA HISTORIA

Se cuenta que un arqueólogo español se encontraba en la pirámide de akapana en Tiwanaku, entonces caminando e investigando descubrió un monolito (roca tallada con la figura de un humano deforme) que estaba semienterrado, el hombre observo los grabados que la roca tenia en el pecho y así logro trazar un camino el cual decidió seguir, entonces el arqueólogo observo la mirada y expresión de terror que el monolito demostraba, además este veía fijamente hacia el sur. Todo esto, no le quito el ánimo de seguir a nuestro amigo español.

Fue así que siguiendo el camino trazado, paso por varios pueblos, en ellos contaba lo que iba descubriendo y a su vez los ancianos le narraban leyendas que hacían referencia al tan llamado túnel.

Pasaron los días, hasta que en el último pueblo le contaron una historia:

Esta decía que antiguamente se habría construido el túnel como un pasadizo secreto por el que transitaban los personajes más reconocidos de la comunidad tiwanakota; además este túnel estaría cubierto en su totalidad de oro puro, además de albergar múltiples joyas, tumbas y piedras preciosas. Ah, pero también corría el rumor de una terrible maldición, se decía que en este túnel se encontrarían los restos de un tiwanakota especial, tal vez muy respetado o muy temido como para ser enterrado ahí, la cuestión es que estos restos eran muy bien conservados y lo peculiar era que los colmillos de el cráneo eran mas grandes de lo normal, casi rozaban el mentón. Debido a todo eso, se consideraba al túnel como un lugar maldito que debía permanecer oculto por siempre.

Fue ahí cuando el interés científico de nuestro amigo español, se transformo en codicia y ambición; el sentía que ahora mas que nunca debía encontrar el túnel, pero no por la arqueología, si no por el oro y las riquezas; poco le importaron las advertencias de la gente acerca de la maldición del lugar.

Entonces el hombre decidió no revelar más sus descubrimientos, datos ni el camino que iba a seguir. El arqueólogo tomo rumbo hacia lo desconocido y no se le volvió a ver nunca más.

EPILOGO

Mucho se habla de tesoros escondidos y ciudades perdidas, es cierto que seria fantástico encontrar algún tesoro, pero no valdría la pena dar la vida por hacerlo; creo que si la venda de la codicia, egoísmo y ambición no nos cubrirían el buen juicio, todos nosotros podríamos hacer descubrimientos increíbles.
Mientras tanto aunque no encontremos nada aun, cada uno de nosotros seguiremos buscando nuestro destino y estoy seguro que si ponemos fe, fuerza y buena voluntad de nuestra parte, al final estará un magnifico tesoro tanto terrenal como espiritual. CAZAFANTASMAS